1) No lo dejes para último momento
La gran diferencia entre una mujer que comienza a informarse desde temprano en su embarazo y una mujer que lo hace solo unas semanas antes de su FEP (Fecha Estimada de Parto), es que la primera va a tener opciones, y la segunda va a tener que aceptar lo que otros decidan por ella.
Y no me refiero a situaciones en las que el proveedor de salud (obstetra o partera) debe decidir lo mejor para cuidar la salud de mamá y/o bebé, me refiero a cosas tan simples -e importantes- como averiguar sobre los distintos métodos de alivio del dolor (farmacológicos y no), las distintas posiciones en las que puedes parir a tu bebé, la opción de comer y beber durante el trabajo de parto, la posibilidad de hacer apego inmediato con tu recién nacido, etc. Todas esas opciones estarán disponibles una vez que comiences a informarte.
Y nunca es demasiado temprano para comenzar a pensar en el parto!.
Realmente no hay excusas para no estar informadas: comienza con tu proveedor de salud, hazle preguntas sobre el parto, pídele que te sugiera libros para leer, o cursos que puedas tomar junto con tu pareja/ acompañante (yo se te sugiero tomar un curso independiente, que no esté ligado a ningún hospital u obstetra, para que realmente puedas conocer TODAS las opciones disponibles).
Si prefieres navegar en internet, uno de mis sitios preferidos es Evidence Based Birth. Está en inglés, pero si tienes la posibilidad de entender el idioma, es una fuente increíble de artículos basados en la evidencia científica sobre temas del parto.
2) No te quedes con la primera opción
Cuando estamos pensando en adquirir algo que queremos/ necesitamos (un auto, una casa, un teléfono celular, o hasta un par de zapatos), por lo general no nos quedamos con lo primero que vemos. La mayoría de nosotras comparamos precios, colores, tamaños, modelos, etc.
Entonces, ¿porqué vas a quedarte con la primera opción que encontraste cuando se trata de un evento tan importante?
Una buena manera de comenzar es preguntando a tus amigas sobre sus experiencias de parto, aquellas que se acerquen a tu visión tal vez puedan recomendarte a sus proveedores de salud. Entrevista por lo menos a 3. Hazles las mismas preguntas a todos ellos y si sientes que hay algo que no te termina de cerrar, escucha tu intuición!
No te sientas mal si tienes que cambiar de proveedor de salud, por muy buena relación que tengas con tu obstetra/partera, ella o él tienen más pacientes, pero tú tendrás esta experiencia solo una vez (aunque después tengas otros bebés!)
Soy consciente que a veces hay limitantes (el lugar donde vivimos, diferencias económicas, etc) pero aún así, dentro de lo que está a tu alcance, hay un abanico de opciones que vale la pena explorar.
3) Todo el mundo va a opinar. Solo escucha lo que te sume
Una vez que comiences a informarte, descubrirás un mundo de opciones que posiblemente antes ni sabías que existían (y tal vez muchas de las personas que te rodean tampoco!). Es bastante común que al contarle a otras personas algunos de los aspectos del nacimiento que resuenan contigo, comiences a escuchar todo tipo de opiniones: si dices que no quieres usar epidural te dirán que estás loca porque el parto duele y no lo soportarás. Si dices que si la quieres usar, alguien te va a decir que eres floja... si deseas parir en algún lugar alternativo al hospital, te llenarán la cabeza con historias de terror... y así con cada cosa que digas.
Lamentablemente no podemos evitar que las personas opinen y proyecten sus propias experiencias, creencias o miedos en nosotras, pero sí podemos seleccionar a quién le compartimos cierta información.
Rodéate de personas que te empoderen y no compartas todos tus deseos con aquellos que te hagan sentir culpable o "rara" por querer algo distinto.
4) Estás de parto, no enferma
En la actualidad, con la atención de la mayoría de los partos en hospitales, y la gran cantidad de intervenciones que existen, estamos acostumbradas a pensar en el parto como un evento totalmente médico donde nosotras no intervenimos ni opinamos.
Y esto ha hecho que nos olvidemos que el parto es un acto fisiológico y natural propio del cuerpo de la mujer.
"El doctor es el que sabe", es una frase que escucho a diario. Y si bien es cierto que el doctor sabe como intervenir para cuidarte a ti y a tu bebé si llegaran a necesitarlo, muchas veces cuando el doctor no recibe tus preguntas, tus dudas y tus opiniones, corres el riesgo de que se apliquen en tu parto criterios de atención estandarizados, cuando podrías tener una experiencia muy distinta.
Una mujer con un embarazo sano en labor de parto, no debería ser tratada como una mujer enferma (no debería estar en la cama durante todo el trabajo de parto, conectada a un monitor fetal, sin beber agua por horas y horas). Una mujer sana en labor debe mantenerse en movimiento, comer algún snack para mantener la energía, hidratarse por sus propios medios, y diseñar la experiencia de parto de la mano del profesional que ha elegido para acompañarla.
No tengas miedo de hablarlo TODO con tu equipo para que todas las personas que te acompañen estén en la misma sintonía.
Espero que estas palabras te alienten a tomar las riendas de tu embarazo y que puedas tomar decisiones informadas para tu parto. Tu y tu bebé lo merecen.
Con mucho amor,
Cinthia
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